Frank, un ladrón de poca monta, recibe un día el encargo de robar una pintura de Matisse. Frank decide efectuar el robo tres días antes de lo previsto para, antes de entregar el cuadro a su comprador, poder pasar así unas pequeñas vacaciones en un remoto lugar de Nueva Inglaterra junto a su novia, Roz. Mientras, el detective del FBI que conduce la investigación está convencido que el robo es obra de un profesional.