Silvia se encuentra a Íñigo arreglando el coche de su padre y comienzan a hablar de sus problemas, aunque ella parece no creerse nada de lo que le dice. Mientras tanto, Sócrates, Alex y Carlota se disponen a limpiar la casa, mientras Miriam habla por teléfono. Los chicos están impacientes por cobrar el premio ganado en la Quiniela, pero necesitan a Íñigo para que les cobre el premio.