Olmos y Robles reciben un inquietante aviso: en un pueblo cercano a Ezcaray ha aparecido una manada de ovejas muertas. Todos los indicios señalan que los animales fueron atacados por un lobo de tamaño descomunal, y pronto surge la descabellada hipótesis de que un licántropo acecha los bosques de Ezcaray. El miedo se expande cuando encuentran el cadáver de un hombre con las mismas marcas de mordiscos. Quizá, la hipótesis no es tan descabellada. Olmos y Robles deberán trabajar codo con codo para encontrar al sobrenatural culpable, pero no estarán solos. Se une a ellos la guardia civil Casiana Arrea, una joven disciplinada y enérgica que pondrá en práctica todo lo aprendido en la academia.